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Pederastia y pedofilia, no; Educación Sexual Integral, sí


Que un adulto tenga un vínculo sexual y amoroso (de pareja) con un niño o una niña es un abuso. No hay mayor debate en ello. El desarrollo psicosexual del adulto está en plena ventaja sobre el del menor. Acercar a niños y niñas a una vivencia erótica o amorosa antes de que su cuerpo y su cerebro estén listos para entender completamente lo que significa, altera su sano desarrollo sexual, mental y emocional. Tampoco es válida la justificación “pero si ella quiso” o “nunca se negó”, refiriéndose a la o el menor, pues el adulto tramposamente recurrió a la manipulación, el chantaje, el soborno o la seducción para lograr su objetivo por lo que no se puede hablar de “consentimiento”. Por lo tanto, los adultos que recurren a estos comportamientos son pedófilos y/o pederastas.

Los pederastas pueden ser o no pedófilos. ¿Qué no es lo mismo? La respuesta es no. La pedofilia es un trastorno mental clasificado por la Asociación Americana de Psiquiatría que establece que quien la padece amerita tener tratamiento psicológico y psiquiátrico para poder mantener su funcionalidad social y evitar que cometa un delito. Eso significa que existen personas que padecen pedofilia y que no desean abusar de menores, sino tratar su trastorno. Un problema es que hoy muchos pederastas se refugian en la figura del pedófilo para decir que su deseo y atracción por los menores es algo inevitable o que tienen una condición que no pueden superar.

En los últimos meses han circulado por redes sociales publicaciones que alertan sobre la existencia del movimiento Personas Atraídas por Menores (MAP, Minor Attracted Person, por sus siglas en inglés) que pide que la pedofilia sea considerada una variante más de la diversidad sexual.

Ese mensaje-petición está siendo aprovechado por grupos sociales que están en contra de la diversidad sexual y de que se brinde Educación Sexual Integral (ESI), laica y científica, desde la infancia en todas las escuelas. En sus páginas web y redes sociales crean mensajes como si la petición de los movimientos MAP ya se hubiera cumplido y hubiera sido avalada por el gremio que nos dedicamos a impartir ESI y además, aseguran que si pedófilos y pederastas son parte de la diversidad sexual, nada de ella es aceptable.

“La ideología de moda hoy es aquella que corona la diversidad como el centro moral de nuestro universo, osea: todo lo diverso es necesariamente bueno, estamos llamados a celebrar la diversidad; de hecho uno de los pilares de la Educación Sexual Integral, la famosa ESI, en Argentina y en otros países, consiste sencillamente en celebrar lo diverso, nunca nadie nos define qué es lo diverso, cuál es el límite de lo diverso; no perdamos de vista que bajo toda esta ideología de la diversidad, ya se están dando casos donde los pedófilos, cuando tienen que enfrentar instancias judiciales ellos alegan por ejemplo sentir un tipo de amor que debería de entrar dentro de este discurso”, asegura, por ejemplo, Agustín Laje, politólogo y activista contra la diversidad sexual. (https://www.youtube.com/watch?v=jVMxwUI_sPo)

Algunos colectivos del movimiento LGTB+ han fijado postura respecto a que los MAP no son reconocidos por ellos y que la sociedad tampoco debe aceptarlo. Sí existe un límite. Insisten, como lo considera la ESI, que las personas homosexuales (gays y lesbianas), travestis, transgénero y transexuales merecen todo el respeto de la sociedad y que el Estado defienda y promueva sus derechos.

“MAPS es un movimiento pedófilo que busca normalizar la relación sexual y amorosa entre un menor y un adulto con la finalidad den normalizar que una persona sea libremente pedófila sin ser criticada; nos oponemos rotundamente a ello y rechazamos su intención de adherirse a la comunidad.”, explicó Alberto Hernández, director del colectivo Sonora Incluyente, a finales de mayo de 2020. (https://www.elsoldehermosillo.com.mx/local/rechaza-comunidad-lgbt-a-movimiento-maps-5273294.html)

Para quienes estamos convencidas de que impartir ESI es un derecho de la infancia y la adolescencia, las estrategias de los grupos que no aceptan la diversidad sexual resultan tramposas y preocupantes.

La ESI, más allá de proveer información, es una estrategia de prevención para que niñas, niños y adolescentes desarrollen habilidades para la vida, como utilizar su intuición y actuar en función de ella a partir del conocimiento de cuáles son las estrategias que usan los abusadores sexuales.

Si quienes nos dedicamos a proveer ESI, las organizaciones LGTB+ y los grupos que están contra la diversidad coincidimos en la cero tolerancia a la pedofilia y la pederastia, ¿por qué estos últimos pretenden crear confusión para evitar la impartición de educación sexual en las escuelas? ¿No sería más efectivo encontrar puntos de encuentro para proteger a niños, niñas y adolescentes del abuso sexual contra menores? Sólo así disminuiríamos los 4 y medio millones de casos de abuso sexual infantil que suceden cada año en México y que nos confiere el penoso primer lugar en ese rubro entre los 37 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En Sexualidad ATI pensamos que todos juntos debemos de enfrentar el problema. Sin embargo, los grupos en contra de la diversidad sexual y la impartición de la ESI están promoviendo entre congresos legislativos de diversos estados de México que se apruebe lo que se llama #PINParental.

El PIN Parental hace referencia a la contraseña con la que se bloquean contenidos inadecuados para menores en los dispositivos digitales y electrónicos. En este caso, lo que se pretende es que “los padres puedan evitar que, en las escuelas, los niños y niñas sean ‘adoctrinados’ con lo que los grupos conservadores llaman ‘ideología de género’, para que el centro educativo informe previamente sobre cualquier actividad que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad. El regreso al oscurantismo, pues.”, alertó la abogada Leticia Bonifaz, ante la probable aprobación por los legisladores de Nuevo León, donde finalmente no se aceptó, pero se aceptó en Aguascalienes. (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/leticia-bonifaz-alfonzo/oscurantismo-y-libertad)

Someter a consideración de padres y madres la impartición de ESI, como pretende la iniciativa legislativa que tiene origen en los preceptos de un movimiento similar en España, retrasaría la impartición de ESI que se necesitan desde hace muchos años. Nadie debe temer a una ESI que en su enseñanza promueve valores como el respeto, la equidad, la responsabilidad, el autocuidado y la toma de decisiones asertivas para la vida.

A padres y madres les corresponde procurar las condiciones, emocionales y materiales, para que sus hijos alcancen una vida plena en todas sus posibilidades. No pretendemos que las familias cedan su derecho a educar a sus hijos, sino que lo hagamos en conjunto. Aceptar la ESI impartida por especialistas en el tema es el camino para crear juntos una cultura de prevención para evitar la acción de grupos como los MAP.

Si como adultos somos parte de una sociedad productora de agresores sexuales y hemos aceptado, por acción u omisión, la cultura de violación, lo menos que nos toca es prevenir que el daño que esto provoca siga creciendo.

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