En Sexualidad ATI marcharemos el 8 de marzo y haremos paro el día siguiente.
Nos unimos a estas propuestas alrededor del Día Internacional de la Mujer porque nos urge gritar ¡BASTA!, porque estamos llenas de rabia y dolor por la violencia contra las mujeres que se ha hecho cotidiana, con múltiples expresiones, contra las mujeres de nuestro país.
Parar nuestras labores el lunes 9 representa un acto creativo que hará sentir a la sociedad qué pasaría si la mitad del mundo no existiera. Sí, somos la mitad de la población quienes hacemos mover las calles, las escuelas, los centros de trabajo, los hogares. Veremos qué pasará con nuestra ausencia.
¿Por qué salir a gritar, saltar, marchar? Sucede que desde hace al menos una década matan a diez niñas, adolescentes, mujeres adultas o ancianas cada día. Hoy que lees esto habrá diez mujeres menos en el país ¿te imaginas? Las que quedamos vivas tenemos que hacer algo. Sexualidad ATI lo hace desde su espacio en las aulas dando educación en sexualidad todos los días; pero también queremos hacerlo participando desde la sororidad con niñas y mujeres que están dolidas por sus hijas, hermanas, madres, tías, vecinas, amigas que les han arrebatado. Con ellas marcharemos.
La mayoría de los asesinos de mujeres son hombres. Hombres violentos formados por un sistema donde se les exige ser lo más macho posible para evitar ser etiquetados de débiles, mariquitas o gays, y destacar por la fuerza que ejercen sobre otras personas siendo “valientes”, aunque mueran de miedo.
Urge que los hombres dejen de matar a las mujeres. Hombre, tú que nos lees, no estamos hablando de ti… sí tú no eres un hombre violento necesitamos que expliques, convenzas, demuestres a los que sí lo son, que se puede vivir sin necesidad de someter al otro, que se puede sobrevivir al rechazo sin matar o lastimar a quien los rechazó. Que tú con ellos encuentren una manera alternativa de ser a lo que el patriarcado les exige. Así podrán vivir más tranquilos ustedes también.
Las mujeres ya nos estamos abrazando y organizando para decir ¡BASTA! Estamos hartas y no pararemos hasta que las cosas cambien. Ustedes, hombres, cuestiónense cuál es su papel en esta lucha y platiquen con los niños y adolescentes a su alrededor para que encuentren una masculinidad alternativa, que no sea violenta.