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¡No quiero un embarazo, tampoco una ITS! ¿Cómo le hago?

Actualizado: 27 may 2022


¡No me quiero embarazar, ni tener una infección de transmisión sexual!


Saber cómo evitar o posponer un embarazo es uno de los conocimientos básicos para toda persona que ya tiene una vida sexual activa.

Decidir cuándo ser papá o mamá, o nunca serlo, es una decisión personal que, idealmente se debe tomar de manera informada, y conforme pasan los años cada vez existen más opciones para lograr programar la paternidad o maternidad o para, de plano, evitarlas.

Ejercer el derecho al placer es otro elemento importantísimo para saber de métodos que evitan el embarazo y las infecciones de transmisión sexual. Nunca hay que dejarlo de lado, pues compartirse eróticamente con otra persona es una fuente del bienestar integral de cualquier ser humano.

Aunque la mayoría de los anticonceptivos han sido desarrollados para el cuerpo de la mujer, su uso se debe conversar en pareja, no para que él “autorice” o decida cuál utilizar, sino para que ambos decidan cuál es el ideal para evitar un embarazo o la adquisición de una Infección de Transmisión Sexual (ITS) y hacer placenteros sus encuentros sexuales.

Conversar el tema en pareja es un acto responsable con tu propia salud, si lo haces, significa que practicas el autocuidado, además de ser un indudable gesto de cariño y cuidado de la persona con quien compartes tu intimidad.

Aquí te compartimos los métodos conocidos hasta la segunda década del siglo XXI. Cualquier duda debes consultarla con tu médico de confianza, especialista en endocrinología, ginecología o urología.

De manera práctica, dividiremos los métodos en naturales (no hormonales), de barrera, hormonales y definitivos. También encontrarás información sobre anticoncepción masculina.


Métodos naturales

Se pueden utilizar para ubicar las fechas de ovulación y evitar tener prácticas sexuales durante ese periodo si se quiere evitar un embarazo, es decir, impedir que un espermatozoide fecunde al óvulo que se haya desprendido. Son los menos eficaces para evitar un embarazo.


Ritmo. Se trata de tener relaciones sexuales únicamente en los días no fértiles del ciclo menstrual. El problema es que los días fértiles varían dependiendo de lo que dure cada ciclo, si dura 21, 28 o más días, porque cada mujer es diferente. La mujer puede intuir cuándo ocurrió la ovulación, por ejemplo, el primer día del sangrado le indica que hace 14 días ovuló. El problema es que nunca sabemos con certeza cuándo ovulará en el futuro, pues los días fértiles pueden variar también de un ciclo a otro por cosas tan simples como haber dormido menos, variaciones de la temperatura corporal, cambios en la alimentación, estrés, ingesta de medicamentos, incluso si la mujer comienza a relacionarse más cercanamente con otra, su ciclo se sincronizará a ésta. Para lograr intuir el ritmo del ciclo se debe observar el ciclo menstrual al menos durante seis meses. Al ciclo más corto de ese semestre se le restan 18 días y el resultado será el primer día fértil estimado. Al ciclo más largo se le restan sólo 11 días y así obtendrás el último día fértil estimado.

Eficacia: entre 76% y 91%


Método de moco cervical (o método Billings). Implica observar y anotar los cambios del moco cervical todos los días para predecir cuándo va a ovular la mujer. El moco cervical es la sustancia viscosa en el cuello uterino que sale de la vagina en forma de flujo. Este moco cambia de color, textura y cantidad durante la ovulación. En los días de ovulación el moco es completamente transparente y ligero para permitir a los espermatozoides pasar rápidamente al útero. Los días en que es espeso, detiene a los espermatozoides y les impide la entrada a éste. Lo ideal es aprender este método con ayuda de un o una especialista en ginecología. Hay que contemplar que este método también puede fallar porque el espermatozoide se mantiene vivo dentro del cuerpo de la mujer hasta 72 horas, por lo que si se tienen relaciones tres días antes o después de la ovulación, existe la posibilidad de un embarazo.

Eficacia: entre 76 y 88%


Método de temperatura basal. Consiste en que la mujer mida su temperatura corporal al despertar, por al menos un mes, con un termómetro de alta precisión, así obtendrá el dato del día en que se va a ovular, pues ese día la temperatura tiende aumentar de medio a un grado. Si se registra un incremento de entre 0.2 y 0.5°C será el día de la ovulación y hay que evitar tener relaciones sexuales.

Eficacia: 75%


Coito interrumpido. Consiste en retirar el pene de la vagina antes de eyacular. Si el semen ingresa a la vagina se puede producir un embarazo; por lo tanto, se cree que eyacular fuera de la vagina lo evita. Sin embargo, el líquido pre eyaculatorio, que está presente desde que hay una erección y que expulsa el pene para limpiar las vías seminales antes de eyacular, también puede contener espermatozoides y con sólo uno que logre llegar al óvulo se puede producir el embarazo.

Eficacia: 78%


Métodos de barrera

Su función es impedir que un espermatozoide fertilice un óvulo y se produzca un embarazo.


Diafragma. Es una pieza pequeña de silicona o de goma reutilizable con un anillo flexible que cubre el cuello del útero para impedir que los espermatozoides ingresen en el útero. Se debe insertar profundamente en la vagina para que parte del anillo se ajuste detrás del hueso púbico antes de la relación sexual. Solamente es eficaz cuando se utiliza con espermicida.

Eficacia: entre 76 y 78%


Condón. Además de prevenir embarazos es útil para prevenir ITS. Es una capucha de látex que cubre el pene para capturar los espermatozoides a medida que éstos se liberan y así impedir que entren a la vagina. La punta tiene un reservorio donde queda el semen. Se utiliza un condón por cada relación sexual. Como son muy populares, hay de diversas formas, tamaños y texturas. Incluso hay opciones para hombres alérgicos al látex, así que no hay pretexto para no usarlo.

Eficacia: 98%

Condón interno. Es una alternativa al condón regular, durante mucho tiempo se le llamó “condón femenino”, sin embargo, hoy se puede conseguir bajo el nombre de condón interno, pues se puede colocar dentro de la vagina para prevenir embarazos o dentro de la vagina y el ano para proteger contra las ITS, incluso puede cubrir parte de la vulva, esto disminuye las probabilidades de entrar en contacto fluidos o piel. Son una opción para cualquier persona, independientemente de su identidad de género. Aunque tiene un poco de menos eficacia que el condón masculino, protege de embarazo e ITS. En lugar de colocarse sobre el pene, se introduce en la vagina para que el semen que contiene los espermatozoides quede en el reservorio de látex.

Eficacia: 79%

Espermicidas. Hay unas láminas similares en tamaño, forma y grosor a las que se usan para combatir el mal aliento. La lámina se introduce en la vagina 15 minutos antes del coito, lo más profundo posible. Es necesario usar una lámina por cada relación sexual. Para evitar el embarazo, el espermicida daña la membrana de la cabeza de los espermatozoides y evita que se muevan, o bien, puede provocar la muerte inmediata de los mismos. Los lubricantes de agua no interfieren con su eficacia. Se recomienda que se utilice en combinación con el condón. Existen en el mercado un tipo de láminas que contienen nonoxynol-9, pero usar espermicida muchas veces al día puede aumentar el riesgo de contraer el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) u otras ITS debido a que el nonoxinol-9 puede irritar la vagina y facilitar la entrada de los gérmenes que transmiten ITS.

Eficacia: 80%

Esponja. Es una pequeña pieza de espuma de poliuretano en forma de disco que se coloca antes el encuentro sexual. Empieza a liberar espermicida desde que se introduce en la vagina. Se debe utilizar una esponja por cada relación sexual. No tiene la capacidad de evitar la entrada de todos los espermatozoides o virus. Por lo mismo, se recomienda que se utilice en combinación con el condón.

Eficacia: Entre 76 y 88%



Métodos hormonales

Se empiezan a desarrollar en la década de los 60’s del siglo pasado, para tener un control más preciso de la fertilidad. Ninguno de los métodos hormonales protege de ITS, por lo que se debe combinar con el uso de algún método de barrera como el condón.


Pastillas. Existen varios tipos de pastillas anticonceptivas, por lo que es necesario que las prescriba un especialista en ginecología o en salud del adolescente. La mayoría de ellas tienen una mezcla de estrógeno y progesterona para prevenir la ovulación (el desprendimiento de un óvulo durante el ciclo mensual). También engrosan la mucosidad del cuello del útero y esto dificulta la entrada del esperma al útero para llegar a un óvulo listo para ser fertilizado. Afectan, también, el revestimiento del útero, lo cual dificulta la implantación de un óvulo fecundado. Generalmente se deben tomar diariamente a la misma hora por un periodo de 28 días o de 21 días, según la marca, durante por lo menos tres meses para que logre su alto nivel de eficacia y continuar con su ingesta durante el tiempo en que se desee evitar un embarazo.

Eficacia: 91%

Pastillas de sólo progestina. Con el aumento de esta hormona, el cuerpo interpreta que hay un embarazo, por lo tanto, no hay ovulación. Estas tabletas se toman durante 28 días diariamente a la misma hora y continuar con su ingesta durante el tiempo en que se desee evitar un embarazo. Además de que no hay ovulación, el endometrio adelgaza, aunque en los primeros tres o cuatro meses de uso la mujer puede llegar a sangrar levemente. Las progestinas también provocan que moco cervical se espese y entonces los espermatozoides no puedan pasar a la cavidad del útero. Éstas pueden estimular los ovarios, crecer mucho y formar quistes simples que se reabsorben y no tienen posibilidad de progresar a cáncer, esto es algo que debes saber para que no te asustes. Aunque aún no está en el mercado, ya existe la pastilla mensual de progestina que libera la hormona poco a poco durante 28 días. Se pueden ingerir si la mujer está en periodo de lactancia.

Eficacia: 91%


Parche. Es un cuadrado que parece una “curita” que se pega a la piel y queda visible. Mientras está pegado libera constantemente las hormonas estrógeno y progestina que entran a la circulación sanguínea a través de la piel e impiden que los ovarios liberen óvulos, también hacen que el moco cervical sea más espeso, lo que impide a los espermatozoides llegar al óvulo. Al igual que las pastillas, lo debe indicar un especialista en ginecología. La cantidad de hormonas que se absorbe a nivel sistémico es menor a la que se da en caso de tomar pastillas. Usualmente una caja contiene 3 parches anticonceptivos, el primero se aplica durante las primeras 24 horas de haber iniciado la menstruación. Cada parche se aplica una vez por semana y se cambia cada semana, el mismo día. En la cuarta semana no se aplica el parche y es donde se presenta la menstruación. A la quinta semana se inicia una nueva caja de 3 parches siguiendo las mismas indicaciones. El parche jamás debe ponerse cerca de la región mamaria, porque se pueden formar tumores si existe predeterminación genética.

Eficacia: 91%


Anillo (o aro). Es como una pulsera de plástico flexible (de polietileno acetato de vinilo) y transparente que, una vez colocado en la vagina, libera lentamente las hormonas progestina y estrógeno para impedir que los ovarios liberen óvulos y que el moco cervical sea más espeso, lo que no permite que los espermatozoides lleguen al óvulo. Se debe colocar al inicio del ciclo menstrual, mantenerlo puesto durante tres semanas, retirarlo para descansar una semana y enseguida se introduce otro. Se puede extraer durante las relaciones sexuales, pero no debe estar fuera del cuerpo más de tres horas; en este caso, se lava con agua tibia antes de volverlo a colocar. Para asegurar la efectividad del anillo, debe mantenerse frío previo a la colocación, ya que si se calienta disminuye la eficacia. Se espera que en 2021 exista en el mercado un anillo con duración de un año.

Eficacia: 91%


Inyección. La debe aplicar un médico o enfermera una vez cada tres meses. Contiene progestina, hormona que, además de espesar el moco cervical, impide la ovulación; si no hay óvulo, no puede haber embarazo. Existen también las que se aplican mensualmente, dentro de los primeros cinco días de menstruación, idealmente el día dos o el tres. Es importantísimo llevar un calendario para aplicarla adecuadamente. Si pasan de los 33 días, ya no es adecuado aplicarla. Cuando se aplica por primera vez se puede adelantar la menstruación hasta diez días.

Eficacia 94%


Inyección trimestral de progestina. Puede aplicarse por las mismas usuarias, ya sea en el abdomen, muslo o brazo. La inyección no tiene que provocar dolor y la ginecóloga puede enseñar cómo aplicarla la primera vez. Durante los tres meses de duración no se presenta la menstruación.

Eficacia: 99%


Implantes subdérmicos (o chip) Es más corto que un palillo, casi del tamaño de un fósforo. Un médico lo implanta en uno de los brazos y segrega cantidades pequeñas de la hormona progestina para prevenir el embarazo por un periodo de entre tres a cinco años, dependiendo la marca. Esta hormona ayuda a que el moco cervical sea más espeso y así los espermatozoides no puedan alcanzar algún óvulo.

Eficacia: 99%


Métodos definitivos

Si se decide someterse a uno de ellos, son casi nulas las probabilidades de recuperar la posibilidad de un embarazo.


Ligadura de tubas ováricas. A través de un procedimiento quirúrgico se cierran de forma permanente las tubas ováricas. Así, el óvulo que se desprende cada mes, no se podrá encontrar con el espermatozoide que pueda llegar por la vagina, por lo tanto, no habrá embarazo. Es un método que requiere de una cirugía mayor en un hospital y de un periodo de recuperación. Sólo debe someterse a este procedimiento la mujer que está absolutamente segura de que no desea tener hijos durante el resto de tu vida.

Eficacia 99%


Vasectomía. Es una cirugía sencilla que realiza un médico en un consultorio, un hospital o una clínica. El procedimiento consiste en cortar o bloquear los conductos que transportan los espermatozoides. Así, la eyaculación que se produzca no llevará espermatozoides. No es una cirugía mayor, se puede realizar incluso en el consultorio, sin anestesia general y con un periodo de recuperación muy corto. Sólo debe someterse a una vasectomía el hombre que está absolutamente seguro de que no desea tener hijos; pues, aunque existe una microcirugía que puede reconectar los conductos que se han cortado, no se recupera totalmente la posibilidad de generar un embarazo.

Eficacia 99%


Sistema intrauterino (SIU’s). Es un dispositivo que, en la mayoría de las marcas, tiene la forma de una “T”, con un recubrimiento hormonal que libera progestina. Un especialista lo implanta dentro del útero. Existen al menos tres marcas que varían en la cantidad de progestina que contienen y en su tamaño. Para saber cuál es el adecuado para ti debes acudir con él o la especialista pues debe valorar en qué etapa de tu edad reproductiva te encuentras, ya que unos funcionan mejor si has tenido embarazos previos, si estás en la pre menopausia o tienes sangrados uterinos anormales. Su duración es de aproximadamente 5 años.

Eficacia: 99%


DIU de cobre o plata. A diferencia del SIU, no contienen hormonas. Como es un cuerpo extraño, hace que todo el ambiente del útero sea hostil; si llega un embrión no puede implantarse por lo mismo. El cobre bloquea el movimiento de espermatozoides. La plata tiene propiedades que disminuyen la posibilidad de adquirir infecciones. Su duración es de aproximadamente 5 años, después de este tiempo hay que revisarlo para verificar que no se haya movido y que siga cubierto de cobre o plata para tener el efecto deseado. No se deben poner inmediatamente después del parto o la cesárea, pues hay riesgo de que se salga por una mala colocación.

Eficacia: 99%


Otras formas para prevenir embarazo o ITS


Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE). Hay al menos dos tipos de estas píldoras que contienen hormonas similares a las de los anticonceptivos orales, pero en dosis mucho mayores para impedir o retrasar la liberación de un óvulo por los ovarios. Para darles mejor oportunidad de actuar, se debe tomar la PAE tan pronto como sea posible después de haber tenido sexo sin protección, idealmente entre las primeras 12 y 24 horas. Es importante recordar que los espermatozoides viven hasta 72 horas dentro del cuerpo de la mujer. Debido a la cantidad tan elevada de hormonas que contiene se recomienda no usar este método más de dos veces al año, con una diferencia entre cada toma de 6 meses.

Eficacia: 90%, solo si la ingesta es lo más pronto posible al encuentro sexual, sino, disminuirá.


Abstinencia sexual. Es la decisión de no mantener relaciones sexuales hasta cierto momento. Las expresiones de cariño entre la pareja pueden ser caricias, abrazos y besos. Es importante saber que el roce de genitales puede producir un embarazo. La práctica del sexo oral no se considera abstinencia, pues si se hace sin condón siempre habrá riesgo de contraer alguna infección.

Eficacia: 100%, sólo si no hay relación sexual (coito) ni roce de genitales.


Anticoncepción masculina

Debido a que tienen poco tiempo en el mercado, aún no hay datos concisos sobre su nivel de efectividad, sin embargo, estudios e investigaciones, aseveran que son tan efectivos como los ya existentes.

Vasalgel. Gel que se inyecta directamente en los conductos deferentes para que queden tapados. Permite formación de líquido seminal, pero sin espermatozoides. Se hacen conteos espermáticos hasta que haya un millón o menos por mililitro para considerar que está siendo efectivo. Duración de entre 10-15 años.


Eficacia: 97%, en estudios preliminares.

Nestorona-Testosterona. Su presentación es en espuma o gel. Se coloca en la parte lumbar (espalda baja) diario. Para saber si está funcionando, se deben hacer cuentas espermáticas en laboratorio cada mes, las cuales deberían ser menos de 1 millón para que se considere efectivo.


Androswitch. Es un anillo de silicona que permite una práctica sujeción testicular ergonómica e indolora. Provoca un efecto push-up antideslizante, se coloca en el pene, también debe quedar dentro el escroto, haciendo que los testículos queden dentro de la bolsa inguinal. Estas condiciones incrementan la temperatura para disminuir la cantidad de espermatozoides. Se debe utilizar todos los días de 10 a 15 horas por tres meses.

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