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Vencer el miedo


¿Has sentido algo distinto estos últimos días al andar en la calle, estar en tu trabajo, los parques, los centros comerciales o cualquier otro sitio? ¿No? ¿Te has percatado que hay menos mujeres y niñas? Sí, cada día que vuelves a salir de casa para iniciar tu rutina hay 9 mujeres menos en México. Niñas, adolescentes y mujeres asesinadas por hombres violentos, conocidos y desconocidos. También hay otras tantas recuperándose en el hospital o aterradas en su hogar después de que alguien intentó acabar con su vida.


Quizá estás pensando: “no, al contrario, he visto un montón de mujeres en la calle grite y grite, haciendo pintas y marchando”. Tienes razón, y no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo. Las que muchos llaman “locas”, “feminazis” o “violentas” son las que han sobrevivido, ellas y las que decidimos alzar la voz desde otros espacios estamos hartas de vivir con miedo y zozobra de que nos pueda suceder algo. Eso no es gozar de “una vida libre de violencia”, ni siquiera “vida” a secas. ¿Qué podemos hacer quienes seguimos vivas para dejar de pasar los días con miedo o haciendo como que no lo tenemos para poder seguir haciendo nuestras actividades cotidianas?


Todas las personas podemos hacer algo. En principio, aceptar que cualquier mujer es vulnerable a ser agredida en cualquier momento. ¡Qué miedo! Sí. Pero debemos asumir que es un miedo de esos que nos sirve para ponernos a salvo. “Hay miedos que se vencen y otros que no porque nos ponemos en peligro al intentarlo”, solemos explicar a estudiantes de primaria para que aprendan que sentir miedo no es malo y que es un sistema de alerta con el que contamos para ponernos a salvo.


El miedo que sentimos, y el que sienten los hombres que nos quieren, sí se vence. ¿Cómo? Juntándonos unas con otras, hablando del tema abiertamente, aceptando que compartimos la angustia de salir solas, de que nuestra pareja o novio cada vez se pone más violento, de que la ex pareja enfureció cuando decidimos terminar la relación, de hay un cuate que siempre nos sigue a la parada del camión, que el compañero o el profesor de la escuela sigue molestando. Cualquiera que sea la razón de tu miedo cuéntaselo a alguien, a tu adulto de confianza, que es quien te escucha, te cree y te ayuda. Son actitudes básicas que en nuestros talleres de prevención de abuso enseñamos a niños y niñas, que ahora nos pueden ser útiles.


Debemos ser creativas para cuidarnos, cualquier idea que funcione en tu contexto es buena: desde avisar siempre a alguien a dónde vas, por dónde andas y cuando ya estás en casa, hasta sonreír u ofrecer abiertamente ayuda a cualquier niña o adolescente que veas va sola en la calle. Cuidémonos y en casa hablemos del asunto, eduquemos en equidad y bajo la premisa de que cualquier persona, incluidas las mujeres, merecemos respeto y buen trato. No es exageración, en 2018, 3 mil 752 mujeres, niñas y adolescentes fueron asesinadas; 2019 no ha sido distinto, hasta septiembre iban 2,833 feminicidios.


Hoy somos muchas las que en el mundo salimos a gritar y protestar juntas (https://www.youtube.com/watch?v=CLHTAymEYzs) Es el momento de provocar un cambio en el sistema patriarcal porque nadie puede acallar ya nuestras voces. Por las niñas que están naciendo, las que están creciendo, por las adolescentes que tienen proyectos, por nosotras, tenemos que cambiar el mundo hoy.

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