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Ni las hienas...

Actualizado: 16 may 2019



“Ni las hienas abandonan a sus hijos, fue lo que me dijo el juez”. Me contó con dolor Nadia, una mujer de 26 años de edad. Ella tenía 16 cuando, acompañada de su tía, decidió dar en adopción a la niña que llevó en el vientre 9 meses. “No es que no quisiera quedarme con ella, pero no me quedaba de otra. No tenía con qué mantenerla, mi novio me abandonó y mis padres me corrieron de la casa, mi tía me dio techo y me apoyó, pero con trabajos podía hacerse cargo de mi”.

“Para qué abriste las piernas”, fue lo que dijo la madre de Rosalba cuando se enteró que su hija estaba embarazada. El hijo era del padrastro. “Yo tenía sólo 10 años. Mi madre no quiso que abortara, decía que era mi castigo por puta. Yo sentía que tenía un monstruo en la panza, me dejó en una de esas casas que te apoyan mientras estás en estado, había mujeres ahí que iban a tener su tercer o cuarto bebé, parecía una fábrica de niños. Terminé en el DIF, yo creo que mi bebé sí corrió con la suerte de que lo adoptaran, o eso es lo que me gusta pensar”.

“El juez me hizo sentir como cucaracha, como la peor de las mujeres”, me compartió Lupe. “Yo no quería dar al bebé en adopción, mis padres me obligaron, ¿qué iba a hacer si sólo era una chamaca de 15 años? Tuve que vivir con el rechazo de mi familia, me decían ‘eres la perra que dejó a su hijo’. Nadie hablaba del padre, que era mucho más grande que yo, tenía como 28 y me dejó cuando lo supo”.

Existen miles de historias como estas, donde cada mujer tiene una razón propia sobre por qué decidió dar en adopción a un bebé. Lo que las une es la crudeza de la realidad que viven y el dolor de la decisión que toman.

El 20% de los nacimientos en México corresponde a mujeres menores de edad. Muchas viviendo un embarazo no deseado, teniendo que tomar la decisión de si interrumpir el embarazo, quedarse al bebé o darlo en adopción.

De hecho, somos el primer lugar en embarazo adolescente de la OCDE.

El 70% de las niñas de entre 10 y 14 años de edad en México que tuvieron un bebé reportaron que el padre era mayor de edad, entre 18 y 78 años.

Como adultos, tenemos una deuda pendiente en este tema. Mientras sigamos poniendo en el banquillo de los acusados a las mujeres, en vez de brindarles estrategias para protegerlas del abuso, y si no educamos a los niños para ser hombres corresponsables de sus acciones, estas cifras aumentarán.

El maltrato que reciben cuando quieren dar en adopción es sistemático. El juicio social, brutal. Eso sólo genera que abandonen a los niños y que éstos se conviertan en el cuerpo de un delito que perseguir: el abandono, alejándolos así de la posibilidad de que les sea restituido su derecho a tener una familia.

Tenemos que cambiar la visión de la adopción en el país, y esto empieza con cambiar la visión que tenemos de las mujeres que se encuentran en esta posición tan compleja. Ellas necesitan nuestro respeto, si es que es mucho pedir nuestra solidaridad. Recordemos: las hienas no destrozan a otras hienas.

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